CASI ME CONVENCE...
No es la primera vez que veo a Laura G en Misa, y por alguna razón siempre me quedaba con ganas de saludarla. Hoy es la primera vez, literal, que salgo justo detrás de ella de la Iglesia, y le digo en voz alta: "Laura!" Me nació saludarla, aunque ella ni me había visto. Creo que platicamos casi media hora, como grandes amigas, por lo menos yo así lo sentí. Y con mucho cariño...., las dos hemos pasado por la similitud de ser viudas; ella mucho antes que yo. Es curioso como con personas como ella, que valen tanto, te sientes a gusto y en confianza de platicar de temas que no con cualquiera lo harías. Sin darte cuenta, "le abres" tu corazón y tu alma; lo que menos me esperaba, pues nunca lo busco, son los halagos. Estos de verdad me dan mucha pena, me cuesta trabajo admitirlos y recibirlos... En teoría, nunca fuimos "amigas", simplemente mamás compañeras, del mismo colegio de nuestros hijos; ciertamente, ni siquiera nuestros hijos alguna vez coincidieron,